UFC 132: Lo bueno, lo malo y lo feo

Tito Ortiz entrando al octágono.

UFC 132 se consagró como una de las mejores carteleras del año, probablemente, la mejor. Hubo knockouts espectaculares, sumisiones  y peleas muy entretenidas. Pero nos dejó algo bueno, algo malo y algo feo.

Lo bueno:

• Tito Ortiz

Era vivir o morir. Ortiz entraba a este combate con la necesidad de la victoria, o su carrera dentro de la empresa más grande de artes marciales mixtas habría terminado. Enfrentaba a uno de los mejores de la división; todo estaba en contra del ex campeón de peso semi completo de UFC. Pero Tito salió como todo un campeón y en menos de dos minutos, había sometido a Bader con una guillotina. Salvó su carrera y además logró una de las más grandes sorpresas en la historia de la compañía.


Lo malo:

• Ryan Bader y George Sotiropoulos

Ambos llegaban como favoritos a sus peleas, ante Tito Ortiz y Rafael dos Anjos, respectivamente. Aunque Bader llegaba como amplio favorito. Ambos venían de su primer descalabro en la UFC en el mes de Febrero. Bader fue sometido en menos de dos minutos por Ortiz, mientras que Sotiropoulos fue knoqueado en el primer round por dos Anjos. Suman su segunda derrota consecutiva y se alejan muchísimo del título, del que alguna vez estuvieron cerca de ser contendientes.


Lo feo:

• Wanderlei Silva

Wanderlei regresaba al octágono después de año y medio inactivo debido a diversas lesiones, y lo hacía ante Chris Leben. Silva regresaba como favorito ante Leben. Los dos dijeron que iba a ser una batalla épica, a tal grado que Joe Rogan llegó a decir que sería la "pelea de la década". Entraron al octágono los dos y desde el principio Silva se fue hacia al frente tratando de buscar el knockout, aunque Leben lo contragolpeó con un gancho de izquierda a la mandíbula, luego conectó varios uppers que mandaron a la lona a la leyenda de PRIDE y Leben siguió golpeando hasta que el referee detuvo el combate. Pudo ser la última pelea de Silva pues Dana White declaró que "puede ser el fin del camino", y podría retirarlo, como a Chuck Liddell.